“Una carta es siempre sagrada; porque es o porque puede ser la expresión de la intimidad de unos instantes de nuestra alma, cuya facilidad se confía a la lealtad del que la recibe [...]”
Herman Keyseding
Villena, 1 de octubre de 2005
Querido Moro/a Nuevo/a:
Espero que al recibo de esta misiva te encuentres bien, al igual que los tuyos, de salud y amor. Quiero que sepas que escribir de nuestras fiestas y de nuestra Comparsa me resulta placible y me facilita un ejercicio de memoria que nunca viene mal. Un trabajo que no se debe hacer a vuela pluma ya que la dilatada historia de los Moros Nuevos está repleta de grandes, aunque a veces menos pomposos, momentos. Afortunadamente, los dulces solapan a los demás gracias a hombres y mujeres, como los que ahora mismo, y en su cuarto año de Presidencia y Directiva, se han plantado, como sabes, al frente de estas últimas fiestas.
¡Qué lejos ha quedado el VI Concurso de Pintura Festera y Fiestas Populares (18 de febrero), la III Donación de Sangre (13 de marzo) y el acto Leyendo a Alfredo Rojas (20 de mayo)!, ¿verdad? Sin embargo, podemos afirmar que fueron el prólogo del prólogo, es decir, del verano trepidante que nuestra sala de fiestas vive año tras año con energías renovadas y superando cada estío su fuerza. La Fiesta Mora (1 de julio) y la del Homenaje a las Madrinas (19 de agosto) son un ejemplo de que nuestro recinto es un lugar puntero. “La Cábila” está muy viva y resurge ahora más que nunca a las puertas de su eminente 50 Cumpleaños. 50 años han pasado desde que en 1957 un grupo de Moros Nuevos pujasen fuerte por hacer historia. De 1957 a 2006, 50 años de “La Cábila”.
En “La Cábila” fueron presentadas las Madrinas los días 21 y 27 de agosto. El equipo de la Presentación Infantil respiró hondo al ver que la tarde de circo preparada resultó magnífica. En un escenario-carpa de llamativos colores se despidió a la Madrina Saliente y fue recibida la del 2005 entre canciones y un espectáculo de payasos que fue la delicia de grandes y pequeños. Nuestros muchachos lo pasaron bomba en una jocosa tarde de merienda y juegos. Y ojipláticos nos dejó el equipo de la Presentación Mayor. Instantes espectaculares se vivieron en un escenario rojo, plata y negro realizado con un gusto exquisito. Con un hilvanado guión que rememoraba el inicio de las Presentaciones como tales en 1975 se fue desglosando un acto de despedidas y recibimientos. Imágenes emotivas, música “The Queen”, música instrumental y de la buena en vivo, canciones interpretadas y dedicadas para la Madrina, fuegos artificiales y una apacible noche de verano vivimos todos los asistentes a este acto que tanto significa para nuestra Comparsa.
“Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho”
Jean Jacques Rouseau
Amigo/a Moro/a Nuevo/a ¡Hay que ver cómo nos gustan los preámbulos festeros! El Pasacalles y la Romería de la Virgen (28 de agosto) nos sirven de modelo, al igual que la III Entradica del Día 3, un acto que nos recordará siempre los años que tienen nuestras nuevas banderas. Pero si de prólogos hablamos sabes que La Cena del Día 4 se lleva todas las palmas, y más, la de este año. Una noche de estrellas y luna fue el cobijo de un banquete sabroso que terminó para dar paso a una Orquesta exultante que nos maravilló canción a canción. La Orquesta Belíssima, una de las mejores del país, nos transportó de la mejor manera posible al inicio de los días grandes.
Soleado y sereno amaneció el Día 5. María José García Herrero pregonó las fiestas con emoción y orgullo y dio paso a una Fiesta del Pasodoble muy lucida en la que la Agrupación Musical los Rosales de Bolbaite, nuestra Banda Oficial, junto con los cargos, inició su actuación en su cuarto año con nosotros.
La marcha mora arrancó los aplausos del público en La Entrada. Los Moros Nuevos iniciamos el primer desfile con ganas y se notó. Comenzamos los socios masculinos, aparecieron los cargos a caballo y terminaron los femeninos, dejando en medio a cuatro Escuadras Especiales que aportaron a las fiestas de Villena mucho empaque y autenticidad, Al-yadidas, Escorpiones, Balubas Jr. y Zulúes, en su primer año, rompieron moldes y gustaron mucho.
“Una carta a tiempo ha salvado a muchos del patíbulo”
David Herbet Lawrence
Sabes amigo/a que es bueno recordar lo que hemos compartido. Escribirte sabiendo que tú lo has sentido como yo no me resulta sencillo porque sé que logras disculpar mis olvidos. ¡Son tantos acontecimientos en tan poco tiempo...! Y más si hablamos del Día 6 en el que tras la Diana nos fuimos, sin más dilatación que la del Almuerzo, a la Misa del Cementerio. El camposanto se llenó de raso. Parece que los cipreses se sumen siempre a nuestro sentimiento desde 1928. Realizada quedó la Misa y el Homenaje a los Difuntos y la Ofrenda de flores en su memoria.
El Desfile de la Esperanza es eso, una inyección de esperanza. Alegres, compuestos y orgullosos actúan los nuestros. Inició el desfile un caballo y les siguieron las moricas y los moricos con garbo y salero. Hinchados de gozo iban los papás y las mamás con los pequeñines en las tres carrozas que para ellos, al final del desfile, se dispusieron.
Por la tarde hubo bastante asistencia a la Embajada y Guerrilla del Castillo y también en el Asilo, donde los ancianos nos esperan y reciben en su hogar a las fiestas. Mucho les agradó el Concierto a ellos y mucho nos satisface llevar a nosotros este acto todos los años desde hace, probablemente, más de un siglo.
Se inició una hora antes este año La Cabalgata en la que la lluvia apareció de manera intermitente y, por suerte, no desmedida. Lluvia que no nos impidió realizar un desfile dinámico, encabezado por los cargos, en el que, alternando bloques masculinos y femeninos, fuimos capaces de conseguir, con nuestras marchas militares y abanicos, un excelente acoplamiento con las calles de Villena.
“El papel es dócil y se deja escribir toda palabra que no sale de nuestra boca”
Pierre Louis
¿Te acuerdas qué manera de llover? A volapié teníamos que caminar para atravesar las calles la mañana del Día 7. Diana no hubo y se encendió la luz de alarma, pero no pasó nada y todos los demás actos se pudieron llevar a cabo. La Ofrenda a las doce estaba en marcha, como siempre está nuestra generosidad. Este año 1.200 euros hemos repartido: 200 para Cáritas Interparroquial de Elda y 1.000 para APAC (Asociación de Afectados por el Cáncer de Villena). Somos pioneros en este acto en el
que no subrepticiamente pero sí de manera callada, solidaria y sin aspavientos somos desprendidos.
¡Que rato más entretenido y cuántas sonrisas nos sonsacaron los participantes en La Retreta! “Payasadas” aparte (hay que ver que saltabardales son estos de la Peña “La Golica”) debemos reconocer que el divertimento estuvo garantizado desde que apareció nuestra farola. Primero, una Corporación Municipal impecable con “guardaespaldas” policías (los Selyúcidas), segundo, una Villena Olímpica sin rivales (las Talíes), tercero, y como no podía ser menos, el retrato singular del Quijote en su IV Aniversario (los Escorpiones) y cuarto, la Unión Musical Chin-cha-telá (los Ayyubíes-La Palmerá), pusieron patas arriba al público y defendieron sin fisuras todas sus novedosas puestas en escena. Fueron, como se suele decir, el alma de la fiesta y diría que también la esencia y la gracia. Una fiesta que precedió a La Alborada en el marco de “La Atalaya”.
“El lenguaje de una carta, a muchos, por no decir todos, nos ha hecho brotar una lágrima”
Paul Valery
Tú, como yo, y como todos los villeneros, tenemos a alguien para felicitar el Día 8. Día en el que la Diana se volvió a realizar y en el que los Cristianos volvieron a hacerse dueños y señores del castillo en La Embajada, por la mañana, y encima nos convirtieron al Cristianismo por la tarde, justo antes del desfile más disciplinado de todos, La Procesión. Sin prisas pero sin pausas fuimos desplegándonos y con el redoble en la izquierda fuimos dejándole a La Morenica un camino sembrado de amarillo.
Nuestra Señora de las Virtudes deshizo el camino andado, el 28 de agosto, el Día 9 temprano. Su figura diluyéndose al atravesar el paso a nivel entre la pólvora de arcabuces es una imagen que se nos queda grabada en la retina. La Al-kibla mostró su generosidad y nos ofrecieron sus componentes mistela y pastas esa mañana que acaba con el Almuerzo en nuestra Casa cuando en tropel todos allí llegamos. Nuestra Sede, gracias a su estratégica ubicación es muy visitada a lo largo de las fiestas. Los almuerzos y los aperitivos, al igual que las comidas y las cenas, son momentos de reunión y asueto para los Moros Nuevos y para nuestros amigos.
Rondando las cinco de la tarde y entre todas nuestras melodías (Día 4, National Emblem, Efeméride...), los últimos abanicos en el Desfile de Nuevos Capitanes y Alféreces los disfrutamos más si cabe y llegamos a una plaza de Santiago abarrotada. Esta vez subimos por la calle el Hilo en vez de por Maestro Caravaca. En el centro los cargos entrantes y salientes y alrededor, dando mil vueltas, todos los moros cantamos, con voces cargadas de recuerdos y un poco afónicas pero enérgicas eso de “... la villenera me tié chiflao...” El Presidente nos habló sincero y orgullosos como siempre, después de cuatro años al frente de su Comparsa. El timbre de su voz fue decidido y nos invitó a terminar las fiestas, como viene siendo habitual, en “La Cábila”. Nos dio las gracias, una gratitud recíproca a él y a su equipo y nos anunció que él siempre estará ahí (¡como si alguna vez esto lo hubiésemos dudado!)
Los premios se los repartieron y nosotros celebramos el Fin de fiestas con una suculenta parrillada. Es asombroso el despliegue y de qué manera tan fluida somos capaces de organizarnos cientos de personas. Eso se llama Comparsa ¿no es así?
La banda se fue, la Orquesta Mágica tocó, la noche se fue haciendo día...
“[...] la responsabilidad de una carta, y por eso es sagrada, se evapora en el mismo instante que le sigue, cada grado. Todo estado es necesario y, por tanto, bueno. La flor no niega la hoja, ni la hoja niega el tallo y la raíz”
Herman Keyseding
El día 25 de septiembre fue el Día de la Recuperación. Sabes Moro/a Nuevo/a que es como el punto final a un año entero. Muchos fuimos los que en los calenticos, almuerzo y comida nos reunimos. Cualquier ocasión para reencontrarnos es válida.
Ahora termina un ciclo, estamos acostumbrados a ir quemando etapas. Cada día, semana, mes, año... las energías se transforman y se generan. Los puntos y finales dicen que no existen porque, en realidad, todos son puntos y seguidos. Lo sabemos muy bien con nuestras fiestas. Creemos en un momento determinado que son insuperables, llegan el año siguiente y nos sorprenden de nuevo.
También termina esta carta que es para ti. Como decía al principio espero que a su recibo te encuentres bien, al igual que los tuyos, de salud y amor.
Amado-Juan Martínez Tomás
Cronista
P.D.: Ya me terminarás de contar aquello que dices te pasó el Día 5...