La llegada de la efigie de Mahoma, las Presentaciones de las Regidoras y Madrinas, el verano y una multitud de actos –ahora que ya estamos en mayo- están a lavuelta a la esquina y por ello, porque no puede ser de otra manera ya que nuestra sala de fiestas es un referente, todo un bastión en nuestro estío y en los prolegómenos de nuestras fiestas de Moros y Cristianos, era necesario Reencontrarse con ella, con nuestra querida y curtida, en mil batallas, Cábila.
Como debe ser, y porque afortunadamente un día perfecto y soleado nosacompañó, fue por todo lo alto: hubo gachamigueros que demostraron ser grandes cocineros y que consiguieron que degustáramos un sabroso almuerzo gracias a sus “obras” y otras viandas. Además de un excelente ambiente desde por la mañana hasta última hora gracias a los deseos de pasarlo bien y divertirse y, como no, a los chicos y chicas del Centro Juvenil Don Bosco que animaron la jornada, un año más, con juegos, canciones, bailes y, sobre todo, alegría y ganas.
El mediodía nos deparó aperitivo, una buena comida y una larga sobremesa que fue un primer paso simbólico de todo cuanto nos depara el fututo inmediato en el seno de la Comparsa del raso y oro. Es necesario hacer paréntesis en nuestro día a día para estar rodeado de gente que queremos y celebrar lo que se pueda y así lo hicimos, los Moros Nuevos y nuestros amigos, en un día festivo que compartimos todos: pequeños, jóvenes y no tan jóvenes. Como debe ser.
Amado-Juan Martínez Tomás
Cronista