Seamos sinceros: a nadie le amarga un dulce, así que, cualquier premio es bienvenido. Aunque tendremos que ver como evolucionan las partidas, porque lo que viene siendo el terreno gastronómico, este año no hemos tenido suerte. Nuestras selecciones absolutas de Ajo y gachamiga desplegaron brillantes técnicas de juego en sus respectivas participaciones, no exentas de peligro (alguno perdió un huevo), pero no consiguieron rematar.
Disfrutó nuestro cronista haciendo redoblar las campanicas de la virgen, casi tanto como disfrutaron los Cargos 2017 de un fin de semana intenso, que comenzó con un buen chocolatico caliente, siguió con dibujos, hinchables y merienda, todo bien regaíco por una lluvia que pudo deslucir, si, pero que no pudo apagar el entusiasmo y ganas de divertirse de los mas pequeños.
Hay que destacar una novedad de la JCF este año, y es que abrieron las puertas de la Casa del Festero para que pudiéramos conocer todas sus estancias. Enhorabuena, porque fue un éxito. Igualmente interesante fue la charla sobre las ventajas e inconvenientes de optar a declarar las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”
Como Tierno Galván con las turistas suecas, nosotros tampoco quitaremos ojo de encima a nuestros representantes en truque, dominó y parchís. Pero sin presiones… ¿eh?