Amanece el 1 de Mayo y con los primeros rayos de luz, empezamos una jornada que promete ser fantástica, de momento el tiempo acompaña y no hay nubes en el cielo, parece que tenemos todo a nuestro favor, el REENCUENTRO EN LA CABILA va a ser espectacular.
A primera hora de la mañana nuestra Cabila empieza a tomar vida, comienzan a llegar los primeros directivos y colaboradores para empezar a organizar todo y que no haya fallos, se montan las mesas, se limpian las sillas, se prepara todo para el primer envite, preparar el almuerzo, nuestros gachamigueros, así como los encargados de realizar el almuerzo ya están con nosotros. Antes hemos tomado el perceptivo calentico acompañado de lo básico,-churros, rollicos, mantecados etc, y algún vasico de mistela, herbero o cantueso-, para ir calentando el cuerpo y ponerlo en perfectas condiciones para acometer el día que nos espera.
A la hora estipulada procedemos a ir preparando las gachamigas y el almuerzo para que cuando lleguen los moros/as y acompañantes esté todo a punto y demos comienzo al tan esperado REENCUENTRO. Los rostros de todos denotan una alegría muy especial, va a ser el primer acto que vamos a realizar sin ese control pandémico, en otras palabras, vamos a abrazarnos, a darnos algún beso, a estrecharnos las manos sin restricciones, ¡que ganas teníamos!.
Comienzan a llegar moros/as y empiezan esos efusivos saludos, vamos de un sitio a otro de nuestra cabila, vemos a uno, hablamos con otra, es un no parar y la mayoría con las manos ocupadas, con un café, un licor, una pasta o lo que haga falta, pero en los rostros podemos ver esa mueca que indica “venga vamos a pasar un buen día”, y seguro que lo va a ser.
El ambiente ya huele a gachamiga, longanizas, patatas fritas, resumiendo, huele a “estar a gusto” y es de lo que se trata. Damos cuenta de estas viandas y de una buena charla, probando un poco de aquí, un poco de allá, esta gachamiga esta buena, esa está mejor y sobre todo y para que no se nos seque la garganta vamos acompañando todo con un bebida al gusto.
El tiempo se está portando estupendamente, empezamos a recoger el almuerzo y mientras tanto la gente sigue a lo suyo. Comenzamos a montar el siguiente acto, el aperitivo, el sol está cayendo de lo lindo y montamos las carpas para proteger las tapas y a nosotros también. Sobre las 13,30 empezamos a disfrutar de un buen aperitivo y seguimos charlando con todos los allí presentes y sobretodo disfrutando del momento, vemos gestos alegres y distendidos, va todo por buen camino y los moros/as se lo están pasando bien, el objetivo se va cumpliendo.
Aun no hemos terminado el aperitivo y los cocineros tanto de las paellas, como de los gazpachos, empiezan a organizarse entre ellos para empezar a cocinar esos magníficos manjares que van a hacer las delicias de todos.
Es de agradecer a estos socios/as que se implican a colaborar para su comparsa, tanto en los almuerzos como en las comidas como partiendo jamón, pues sin ellos sería muy costoso hacer estos actos y no serian tan participativos, desde aquí les damos las gracias y animamos a seguir colaborando con su comparsa.
Por fin, llega la hora de la comida y como es de esperar se forman correctamente dos filas (una para la paella y otra para los gazpachos), y con tranquilidad y buena armonía, vamos esperando nuestro turno para una vez retirado el plato elegido ir a la mesa a disfrutar del mismo. Después tomamos el café o lo que más apetezca acompañado de una exquisita torta secreta para así ir entrando en la tarde que nos marcará el final de este gran día. Todavía, aun nos acercamos a la barra a tomar algún gintonic o algo similar para apurar más el día que estamos pasando. Pero irremediablemente todo llega a su fin y poco a poco vamos abandonando nuestro recinto con la satisfacción de haber pasado un día fantástico, de volver a disfrutar de nuestro REENCUETRO EN LA CABILA, que ya estábamos echando de menos.
Queremos desde esta directiva, agradecer la colaboración tan inestimable de estos socios/as que han estado con nosotros ayudándonos en todo momento para que este día saliera tan bien, también a ese grupo de jóvenes que se han encargado de que todo estuviera en su sitio a su hora y sobre todo a todos estos moros/as y acompañantes que con su saber estar, han hecho que todo saliera de una forma más que notable.
Desde aquí les animamos a que sigan participando de todos los actos de su comparsa para que esa manera podamos disfrutar y enorgullecernos de ser MOROS NUEVOS.
Muchas gracias de parte de esta directiva y ahora sí que si vamos paso a paso hacia ese día 5 tan anhelado y tan esperado.
Ignacio Cano – Cronista -