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El pasado 28 de diciembre quedará en la memoria de  nuestros cargos y socios pues tuvo lugar el tradicional brindis de Navidad y año nuevo que como viene siendo habitual se celebró en nuestra sede social. 

La casa lucía preciosa su decoración navideña, nuestra sala noble engalanada para recibir a nuestros invitados y amigos. Mesas dispuestas con esmero, copas que esperaban que el burbujeante cava fuera servido.

La tarde invitaba a la celebración y la alegría. Historias del año trascurrido, anécdotas entrañables, deseos de futuro concentrados en un brindis que tejía entre los presentes lazos de complicidad y amistad.

Nuestros cargos y presidente dedicaron unas palabras a los congregados. Un brindis sencillo, breve y significativo. Cada uno de ellos transmitió sus mejores deseos y levantaron sus copas en ese ritual de augurar buenos deseos.

Con cada sorbo de sidra o cava no solo dejamos un año atrás, nos desprendimos de las cargas innecesarias; ese ritual de dejar lo viejo y dar paso a lo nuevo. Brindamos por lo vivido y lo que está por llegar, reafirmando el compromiso de esta directiva de enfrentar juntos cualquier desafío y esperando que esta comparsa, su sede social y sus actos sean punto de encuentro para cada uno de los socios que la conformamos.

Feliz 2025, que el futuro venidero sea favorable y día 4 que fuera…

Carolina Gomariz Francés.

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El pasado sábado 30 de noviembre, la Jaima sirvió de escenario para que nuestros cargos 2025 rodeados de familia y amigos disfrutaran de una velada íntima, sencilla pero emotiva donde se les confirmaba como los representantes de la Comparsa de Moros Nuevos para el 2025.


La casa, decorada de navidad y engalanada para la ocasión, los reunió y los obsequió con unos detalles para demostrarles el afecto que la comparsa les procesa en esta andadura que comenzaron el pasado 9 de septiembre. Uno a uno, los nuevos cargos fueron llamados al escenario improvisado y fueron invitados a pronunciar unas palabras y a escribir en el libro de honor de nuestra comparsa. Comenzaron los cargos infantiles, con esa mezcla de responsabilidad e inocencia, y continuaron nuestro capitán, alférez y madrina mayor. Las miradas del público fijas en ellos; padres emocionados, amigos felices y familiares con los ojos llenos de admiración.

A medida que el acto se iba desarrollando, tras las palabras de nuestro presidente y sus discursos, se respiraba un aire de camaradería entre los asistentes. El acto culminó y nos demostró que la representación de la comparsa este 2025 está depositada en niños y mayores cuyo amor por nuestros colores es incuestionable. Y así acabó la jornada, reafirmando valores de respeto, unidad e identidad cultural compartida. Los cargos están listos, y la Comparsa de Moros Nuevos dispuesta a celebrar a su lado las mejores fiestas de Moros y Cristianos. Cargos 2025, disfrutadlas intensamente, vividlas con la pasión, el orgullo y las ganas que poneis en cada acto.

Carolina Gomariz Francés.
Cronista.

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Dice la RAE que recuperar es “volver a tener”. El domingo 29 de septiembre, la comparsa de Moros Nuevos, disfrutó en la Cabila de la comida de “recuperación” que tradicionalmente se celebra el último domingo de septiembre.

Recuperación, qué palabra… recuperamos las ganas, la ilusión, la música, la hermandad, la charraíca con los amigos. 

Nos recuperamos de la pena que supone que las fiestas finalicen, de los excesos, de los imprevistos… volvemos a tener… Volvemos a desfilar, a escuchar la música, a tomar el almuerzo, volvemos a poner en valor el sentimiento festero.

La Mañana amanece plácida y soleada. Nuestro nutrido grupo de gachamigueros se disponen a ejecutar  con su maestría en el noble arte de cocinar la gachamiga. Los calenticos preparados, la mistela fresca, y las ganas en plena forma para comenzar un día que se prevé intenso.

Tras el almuerzo, el tradicional pasacalles con nuestros flamantes cargos, que se disponen a vivir uno de sus primeros actos. Sus sonrisas los delatan, su felicidad es la de todos los que los acompañamos por las calles de la ciudad. 

Los locales de Ayyubbies y Zulúes nos reciben con los brazos abiertos y las neveras llenas. Qué orgullo que estas escuadras formen parte de nuestro elenco, qué maravilla disfrutar de su generosidad y saber hacer ¡Gracias!

La música nos guía y el encuentro con otras comparsas por las calles nos hace disfrutar de un pasacalles numeroso y jovial.

Mientras que algunos recuperan el arte de desfilar, socios y colaboradores se disponen a preparar el aperitivo y la comida. 

La Cábila luce espléndida, los socios disfrutan. En  torno a la mesa se recuerdan las fiestas pasadas, las noches de jolgorio, los trajes, los premios… 

los socios más pequeños corren y juegan por el recinto, la música suena, y la sobremesa se alarga en un día de convivencia donde se recupera la tradición y las ganas. Se comienzan a planear nuevos proyectos, sueños y esperanzas para el futuro, uniendo la hermandad con un hilo invisible de cariño, complicidad y pertenencia a los mismos colores.

En definitiva, la comida no ha sido solo un acto de encuentro, sino un ritual para recuperar (si es que alguna vez lo hemos perdido) la ilusión por vivir las próximas fiestas.

Carolina Gomariz Francés.

Cronista.

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