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Un año más… un año soñando, preparando… un año concentrado en unos pocos días de septiembre. 

La Intensidad… me van a permitir que les cuente que esta palabra me ha “perseguido” este año y me ha dado muchas satisfacciones, todo lo que es intenso marca, y las fiestas lo son y mucho.

Comienzo en agosto, las fiestas y su antesala: presentaciones, pasodobles, pasacalles y romería con la pólvora marcando el inicio de los actos festeros.

Engranaje festero a punto para que los días más intensos del año comiencen.

Día 3: casi 800 personas congregadas en La Cábila para dar el pistoletazo de salida. Una cena típica para arrancar, ganas e ilusión en las caras de los congregados. Desfile, Entraíca y buen ambiente a punto para que las fiestas comiencen de la mejor manera posible.

Día 4: “La cena”. La Jaima preparada. Cargos radiantes, socios dispuestos a pasarlo bien y disfrutar de la velada. Nervios a flor de piel en la primera palmera de fuegos artificiales, esto no hay quien lo pare.

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Día 5: es por la mañana… madrinas ilusionadas y expectantes, cargos ataviados con sus mejores galas, socios que los acompañan para disfrutar de la emoción que encierran estos momentos. 

Este año debemos sumar la recogida de nuestro socio Juan Carlos Flor, que ostentaba con orgullo la tarea de pregonar las Fiestas de la Virgen.

La mañana discurre perfecta, la sonrisa tímida de María y el brillo de los ojos de Elena iluminan el ambiente. La banda entona los típicos pasodobles para el recorrido que nos lleve a la plaza de Santiago. Un pregón sentido y emocionado de un villenero, festero y sacerdote que alardea de su ciudad y sus fiestas.

Villena esta radiante, Villena en el año de su quinto centenario como ciudad cumple su tradición de convertirse en el lugar más maravilloso del mundo, donde todo es posible el día 5… comienza el desfile del Pasodoble, nuestros cargos envueltos en raso y con los rayos del sol cubriendo sus atuendos inician su ansiado desfile.

4 de la tarde.. “pum, pum”. Nada que añadir… agarren fuerte la ilusión que de su mano vamos a vivir la Entrada. Los cargos con su boato, sus Ayyubíes ataviados para la ocasión, la felicidad es el vestido que más luce en los socios. 1200 corazones envueltos en la marcha mora.

Nuestras escuadeas de Rassies, Fatimíes y Alyadidas encumbran el desfile.

La Entrada se va sucediendo con la alegría desmedida y a las 20.00 horas cumpliendo con la tradición, cena de la hamburguesa en la Jaima. Récord de socios.

El día 6, tras la diana, al cementerio. Ese momento de pausa para honrar a los que nos precedieron, para rendir pequeño reconocimiento a los socios que no nos acompañan ya de presencia pero cuyo sentimiento y legado permanece vivo. Pólvora y música para ellos, porque nunca mueren del todo aquellos a los que recordamos.

Al mismo tiempo misa infantil, momento de rodar la bandera de nuestro alférez Rodrigo cuyo sentimiento y pasión en cada movimiento será recordado por los congregados en la plaza.

La Embajada, uno de los actos con más prestanza de las fiestas comienza. Con esa guerrilla en un marco sin igual, nuestros arcabuceros como aguerridos defensores de la media luna, disputan tan preciada plaza a las tropas cristianas, y el castillo y la ciudad son moras por unos días.

Tras el tradicional aperitivo, y el merecido descanso, los ancianos del asilo nos esperan para que alegremos su tarde, para que les ofrezcamos en una renovada plaza de las malvas un concierto improvisado y colorista. Bailes, risas y miradas llenas de gratitud. 

Es el momento de prepararse para el segundo gran desfile de las fiestas de Villena. La cabalgata comienza con nuestra banda a las 21,00 horas y acabará para los Moros Nuevos en torno a las 4.30 horas de la madrugada. Los Moros Nuevos, con sus escuadras especiales al frente que lucen como ningunas en la noche villenera: Alyadidas que no pierden su espectacuaridad.

Rassies que tiñen de blanco la noche, y Fatimíes cuya fastuosidad se pone de manifiesto con la luz y el reflejo de los arcos en su traje.

El resto de los Moros Nuevos, entonando el “National” aportan su sello personal en este desfile.

Los actos en Villena se suceden y la segunda diana de las fiestas, casi comienza sin darnos cuenta, momento de serenidad tras la efusividad de la noche previa. Almuerzo y ofrenda casi se solapan en una calurosa mañana. Elena y María visten su traje de villeneras, el de invierno, y la ofrenda floral a la patrona es masiva a pesar del cansacio, y de la hora tan poco grata para nuestros festeros que aún no se han recuperado de las horas de finalización de la Cabalgata. 

La tarde del 7 es el momento de los pequeños, del futuro, de los que nos sucederán y a los queremos transmitir la importancia de pertenencia y los valores que esta comparsa tienen.

Vuelve un pequeño boato a nuestras filas, y tras el pendón, los más pequeños hacen las delicias del público, las horas de ensaño han valido la pena, la ilusión esta en sus ojos, y la emoción en las familias que los contemplan. Ahí tenemos el legado. 

Un pequeño grupo de socios infantiles acompañan a los cargos con banderas de colores, de esos colores que nos abrazan y nos envuelven, y que aportan alas fiestas de Villena un espectro cromático sin igual. Nuestros cargos infantiles están elegantes y felices.

Tras la merienda para ellos, la Retreta comienza a prepararse, eso sí, la lluvia que nos ha dejado tranquilos hasta el momento hace su aparición, pero para nada enturbia que los Ayyubbies y amigos que los acompañan puedan lucir su ironía, su punto fresco de humor, y su imaginación sin medida en su Retreta, bajo la denominación de “Los Quintos del Centenario” hacen su particular reseña de la celebración del título de ciudad… hasta la cabra de la legión estuvo presente en la representación. Son únicos y eso les valen para cosechar año tras año el premio de este desfile.

Alborada con el sentimiento de nuestro Alférez en la Plaza de Santiago ante la imagen de la Patrona y Fuegos artificiales para poner el colofón final del día 7… Porque en Villena hasta la diana vivimos inmersos en el día, aunque sea de madrugada y las albores de un nuevo día hayan comenzado. Aquí hasta la diana no comienza el 8. Y el 8 es el día grande de la Patrona, tras la Santa misa, la Guerrilla y Embajada coloca a los cristianos al frente de nuestro castillo, la Conversión emocionada y representada de manera sublime será la antesala de la solemne procesión. Acto que la lluvia impedirá que se realice. Tras la incertidumbre y la espera, espera que los Moros Nuevos aprovechamos para merendar, las noticias de la suspensión se cuelan en el ágape, María y Elena, acompañadas de sus cargos y ataviadas con sus respectivos trajes de villeneras sucumben a la pena de no poder acompañar a la Morenica en su paseo. Pero ante la alerta meteorológica y la lluvia intermitente, lo más acertado es suspender el desfile. Tras reuniones de urgencia de las autoridades competentes, se decide que el día 9 se realizará un paseo/romería a las 7.00 horas con un itinerario por el casco histórico, a las 7.30 los arcabuceros iniciarán la despedida siguiendo el recorrido habitual. Y así la Virgen de las Virtudes en una nublada mañana de día 9 vuelve a su casa con la emoción contenida de los que la acompañan.

Almuerzo multitudinario en nuestra sede y acto para recordar: la familia del mítico cabo de los Moros Nuevos “El Planchao” donan su traje a la comparsa. Juan Carlos Pérez, gracias por tu inestimable colaboración en este acto… La sala noble de nuestra casa congrega a personalidades de hoy y de siempre para recordar la figura de este mítico villenero que puso su arte al servicio del raso y oro.

Las Fiestas están llegando a su fin… pero los nuevos cargos hacen su aparición en esta tarde soleada. Raquel, Mario y Samuel, nuestros cargos mayores con María, Javier y Héctor, los cargos infantiles comienzan su andadura como máximos representantes de los Moros Nuevos. Las sonrisas de ellos en contraposición de las lágrimas de los que nos han representado este 2025: Elena, Juan Carlos y José Antonio. María, Carlos y Rodrigo. Gracias, gracias por vuestra colaboración, por vuestra energía, por vuestras ganas y las de vuestras familias. Gracias por ser unos representantes maravillosos. Vuestros nombres quedan ligados a esta comparsa para siempre y quedan guardados en nuestros corazones para la eternidad.

En cuanto a premios, siempre es una alegría que los “nuestros” cosechen algún galardón:

Enhorabuena Alyadidas, Álvaro Martínez y socios infantiles por vuestro segundo premio en el Desfile de la Esperanza, y Ayyubbies por vuestra “Retreta”.

Carolina Gomariz Francés - Cronista

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La mañana despertó con un viento desapacible, pero el día se fue arreglando conforme avanzaba quizá contagiado del espíritu festivo de los congregados en el recinto. Churros y calenticos con pastas para hacer más llevadera la espera del almuerzo.

Los gachamigueros madrugaron para comenzar a preparar el plato principal, a pesar del aire y la dificultad para ejecutar el noble arte de hacer la gachamiga, fueron preparándolas para disfrute del resto de socios.

Con el almuerzo dispuesto y amenizados por la Charanga los Berberechos, los socios almorzaron. Luego, ratico para la charla los adultos. Momentos para los juegos también para los socios infantiles que disfrutaron como niños que son. Llega el aperitivo porque en la Cábila no se para. Y sin demora a preparar las paellas y gazpachos para la comida. Trescientos  cincuenta comensales aproximadamente acudieron a la Cábila  para disfrutar del primero de mayo. GRACIAS, así en mayúsculas a los colaboradores que trabajan para que el resto pueda disfrutar del día. Gracias a todos los que se enfundaron el delantal y cortaron jamón, hicieron gazpachos o paellas, sirvieron los platos… Sin vosotros sería imposible, y esta directiva no puede más que agradeceros vuestra desinteresada colaboración. ¡Eso es hacer comparsa! 

Tras la comida, el café, el rato distendido aprovechado para charlar, ponerse al día para las próximas fiestas, departir con los que hace algún tiempo que no vemos… en definitiva disfrutar de la jornada con la ilusión de lo que está por llegar… la charanga desplegó su talento y todos pudimos disfrutar de un rato de evasión. Un ambiente festivo, porque estos momentos no solo son excusa para comer o pasar el rato, sino una oportunidad para fortalecer los lazos como comparsa.

La tarde avanzó con un tardeo y la caída del sol no hizo que la Cábila se vaciase. El ambiente y la música mantenían los ánimos en lo más alto. Los cargos, socios y amigos que acudieron a nuestra sede tenían ganas de contagiarse del bullicio festero.

El reencuentro con la Cábila, el día 1 de mayo comenzó y acabó con buen pie, rodeados del calor humano que solo quienes comparten pasiones tan intensas como las que producen nuestras Fiestas pueden entender.

Carolina Gomariz Francés - Cronista

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En el corazón de Villena, la tradición festera se vive con intensidad, y este Ecuador no fue una excepción

Los campeonatos internos de truque, dominó y parchís daban el pistoletazo de salida en nuestra sede durante algunos viernes de febrero.

Las mesas se llenaron de risas y competitividad amistosa, donde jóvenes y mayores se reunieron para demostrar sus habilidades y pelear por representar a la comparsa en el Ecuador de la Junta Central de Fiestas.

En cada partida de truque, dominó o parchís, las estrategias, los guiños y las habilidades de los jugadores se enlazaban con anécdotas del pasado, creando un ambiente ameno y distendido que trasciende generaciones. Ha sido especialmente gratificante ver como padres acudían con sus hijos, trasmitiendo así un legado. 

La gachamiga y el ajo también tuvieron su protagonismo durante este Ecuador. El tradicional almuerzo en la Cábila despejó las dudas de quienes nos representarían en el concurso oficial en una soleada mañana de domingo donde además contamos con la visita de representantes de las comparsas hermanas de Elda, Petrer y San Vicente.

Las inclemencias del tiempo tampoco quisieron perderse la celebración de este medio año festero y que nos pone en la antesala de los días grandes. Las lluvias y el viento se presentaron en la semana del Ecuador oficial. Estas inclemencias llevaron a los organizadores: Junta Central, presidentes y directivos a tomar decisiones en cuanto a la celebración de los actos, el lugar dónde celebrarlos… y no tuvieron más remedio que suspender el desfile de cargos en la tarde del sábado y los actos en el Santuario previstos para la mañana del domingo. Afortunadamente disponemos de la Cábila y tuvimos que acudir a nuestra sede para combatir las adversidades climatológicas. Eso sí. Los socios demostraron su comprensión y el almuerzo en la Cábila fue concurrido y ameno.

No podemos olvidar a nuestros representantes de pádel, que pelearon por poner el nombre de la comparsa en lo más alto y que disputaron un campeonato emocionante. Begoña Ribera y Enrique López revalidaron el título conseguido el año pasado por nuestros anteriores campeones.

Por último el concierto de música festera de la Banda Municipal en el incomparable marco del Teatro Chapí con la representación de nuestros cargos festeros dio por finalizado este Ecuador.

A medida que avanzamos hacia las próximas fiestas, Villena seguirá vibrando con la energía colectiva que solo unas fiestas bien vividas pueden ofrecer. Y esto comienza con un Ecuador como este.

Así concluyó este medio año festero: entre juegos, risas, charraícas y algún chaparrón inesperado que solo añade sabor a nuestras memorias compartidas. A pesar de las inclemencias del tiempo la Comparsa celebró el Ecuador en buena armonía y con la ilusión de compartir momentos.

Esta directiva mantuvo su compromiso de hacer comparsa y que cada socio sienta que es parte fundamental de ella. En un abrir y cerrar de ojos vislumbramos septiembre…

Nuestros representantes en el campeonato oficial fueron:

En parchís: Pepa Úbeda Y Mª Virtudes Navarro.

En dominó: Juanjo López y Núria Hernández.

En truque: Andrés Hernández y Alfonso J. Vidal.

En Gachamiga: Álvaro Navarro y Víctor Falo.

En ajo: José Senabre e Iván Hernández.

Carolina Gomariz Francés.

Cronista.

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