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El pasado sábado 30 de noviembre, la Jaima sirvió de escenario para que nuestros
cargos 2025 rodeados de familia y amigos disfrutaran de una velada íntima, sencilla
pero emotiva donde se les confirmaba como los representantes de la Comparsa de
Moros Nuevos para el 2025.


La casa, decorada de navidad y engalanada para la ocasión, los reunió y los obsequió
con unos detalles para demostrarles el afecto que la comparsa les procesa en esta
andadura que comenzaron el pasado 9 de septiembre.
Uno a uno, los nuevos cargos fueron llamados al escenario improvisado y fueron
invitados a pronunciar unas palabras y a escribir en el libro de honor de nuestra
comparsa. Comenzaron los cargos infantiles, con esa mezcla de responsabilidad e
inocencia, y continuaron nuestro capitán, alférez y madrina mayor. Las miradas del
público fijas en ellos; padres emocionados, amigos felices y familiares con los ojos
llenos de admiración.
A medida que el acto se iba desarrollando, tras las palabras de nuestro presidente y
sus discursos, se respiraba un aire de camaradería entre los asistentes.
El acto culminó y nos demostró que la representación de la comparsa este 2025 está
depositada en niños y mayores cuyo amor por nuestros colores es incuestionable.
Y así acabó la jornada, reafirmando valores de respeto, unidad e identidad cultural
compartida. Los cargos están listos, y la Comparsa de Moros Nuevos dispuesta a
celebrar a su lado las mejores fiestas de Moros y Cristianos.
Cargos 2025, disfrutadlas intensamente, vividlas con la pasión, el orgullo y las ganas
que poneis en cada acto.

Carolina Gomariz Francés.
Cronista.

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La mañana del domingo 10 de noviembre nuestra sede social La Jaima, albergó el concurso anual de dibujo para niños de temática navideña. Allí se reunieron socios y amigos de edades tempranas para dar rienda suelta a su creatividad. Primero una gran chocolatada con churros los recibió para dotarles de la energía necesaria para comenzar a crear sus postales. Árboles de navidad, castillos con estrellas llegadas de oriente, copos de nieve, pesebres… fueron adornando las cartulinas que de forma alegre e inocente nuestros pequeños fueron ilustrando.

Las risas llenaron el aire mientras los niños compartían ideas y se inspiraban mutuamente.

Al final de la sesión, los Cargos mayores, la Regidora Mayor de Fiestas y el presidente de nuestra comparsa, deliberaron para otorgar los premios en las distintas categorías:

Categoría A, de 5 a 8 años.

Primer premio: Carlos Padilla Martínez.

Segundo premio: María González Camarasa.

Tercer premio: Pablo Valdés Hernández.

Categoría b, de 9 a 12 años.

Primer premio: Mila González Camarasa.

Segundo premio: Rodrigo Martínez Córdoba.

Tercer premio: Aroha Enciso Verdú.

Los premiados felices con sus regalos de Jugguetos, el resto de participantes con su obsequio en forma de dulces… y así transcurrió la mañana de domingo.

La actividad, además de demostrar el ingenio de nuestros socios infantiles, también fortaleció los lazos entre ellos, nuestros cargos infantiles pasaron momentos de unión con los cargos de otras comparsas, recordándoles que lo más importante de las fechas que están por llegar, es compartir momentos especiales con los demás.

Carolina Gomariz Francés. 

Cronista

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Dice la RAE que recuperar es “volver a tener”. El domingo 29 de septiembre, la comparsa de Moros Nuevos, disfrutó en la Cabila de la comida de “recuperación” que tradicionalmente se celebra el último domingo de septiembre.

Recuperación, qué palabra… recuperamos las ganas, la ilusión, la música, la hermandad, la charraíca con los amigos. 

Nos recuperamos de la pena que supone que las fiestas finalicen, de los excesos, de los imprevistos… volvemos a tener… Volvemos a desfilar, a escuchar la música, a tomar el almuerzo, volvemos a poner en valor el sentimiento festero.

La Mañana amanece plácida y soleada. Nuestro nutrido grupo de gachamigueros se disponen a ejecutar  con su maestría en el noble arte de cocinar la gachamiga. Los calenticos preparados, la mistela fresca, y las ganas en plena forma para comenzar un día que se prevé intenso.

Tras el almuerzo, el tradicional pasacalles con nuestros flamantes cargos, que se disponen a vivir uno de sus primeros actos. Sus sonrisas los delatan, su felicidad es la de todos los que los acompañamos por las calles de la ciudad. 

Los locales de Ayyubbies y Zulúes nos reciben con los brazos abiertos y las neveras llenas. Qué orgullo que estas escuadras formen parte de nuestro elenco, qué maravilla disfrutar de su generosidad y saber hacer ¡Gracias!

La música nos guía y el encuentro con otras comparsas por las calles nos hace disfrutar de un pasacalles numeroso y jovial.

Mientras que algunos recuperan el arte de desfilar, socios y colaboradores se disponen a preparar el aperitivo y la comida. 

La Cábila luce espléndida, los socios disfrutan. En  torno a la mesa se recuerdan las fiestas pasadas, las noches de jolgorio, los trajes, los premios… 

los socios más pequeños corren y juegan por el recinto, la música suena, y la sobremesa se alarga en un día de convivencia donde se recupera la tradición y las ganas. Se comienzan a planear nuevos proyectos, sueños y esperanzas para el futuro, uniendo la hermandad con un hilo invisible de cariño, complicidad y pertenencia a los mismos colores.

En definitiva, la comida no ha sido solo un acto de encuentro, sino un ritual para recuperar (si es que alguna vez lo hemos perdido) la ilusión por vivir las próximas fiestas.

Carolina Gomariz Francés.

Cronista.

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